SANTUARIO PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE
LOURDES
Gruta y Basílica. Quinta Normal, Santiago de Chile.
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Efectos del Terremoto en Lourdes Chile
Zona Centro- Sur, 27 de Febrero de 2010
(Reporte cerrado el 27 de febrero de 2020)
A diez
años de la catástrofe que afectó al
centro-sur de nuestro país, presentamos el reporte
actualizado de los efectos del terremoto que dejó en las
dependencias del Santuario de Lourdes. Recordamos a todos las
personas y familias que en ese momento sufrieron la muerte de sus
seres queridos. Nuestras oraciones por ustedes y por sus
difuntos; por los aún no se recuperan de los daños
que dejó esta tragedia, los que perdieron sus casas, sus
hogares, sus fuentes de trabajo... Y también nuestro
homenaje a quienes ya se han puesto de pie... Todos juntos hemos reconstruido y debemos
seguir construyendo una mejor Patria.
La Gruta tuvo daños en su parte alta, en el campanario y en los nichos de las Apariciones. La Basílica, que tuvo destrozos en su interior, en los vitrales y en la cúpula, todavía no ha recuperado totalmente su estructura. También hubo daños en el Convento. La obra gruesa de las reparaciones en todo el Santuario fue avaluada en un millón de dólares, incluidos los vitrales de la Basílica, cuya restauración sigue pendiente.
Los religiosos de la Comunidad
Asuncionista de Lourdes Chile no tuvieron mayores inconvenientes
de salud. El Padre Héctor
García Ochoa se encontraba de vacaciones en el sur
al momento del terremoto, en plena zona del epicentro. Su ciudad,
Tomé, fue destruida por el sismo y posterior
tsunami.
En nuestro Santuario, el grupo de Ayuda
Fraterna se hizo cargo de muchas familias del barrio Lourdes que
estaban en muy malas condiciones. También se envió
ayuda a la localidad de Cumpeo, Región del
Maule...
“Chile, Lourdes
está contigo”. Gracias al Señor por la
solidaridad de este pueblo. Gracias a la Virgen, Madre de Chile,
por ayudarnos a ser hermanos...
A las 3:34 AM del sábado 27 de
febrero, un violento terremoto azota la zona centro-sur de
nuestro país. El epicentro se ubicó en las
cercanías de Cobquecura (localidad costera de la
Región del Biobío), y su magnitud fue de
8,8 grados en la escala
de Richter (escala que mide la "potencia" del sismo, a diferencia
de la de Mercalli que mide los efectos, pero ambas suelen
entregar cifras similares). El movimiento telúrico, de
más de dos minutos y medio de duración, se
sintió con mayor fuerza desde la Región de
Valparaíso hasta la Región de la Araucanía.
En Santiago (a 500 Km. aprox. del epicentro), el terremoto
alcanzó los 8 grados Richter. Un posterior tsunami
devastó además la zona costera de la provincia de
San Antonio y de las regiones de O'Higgins, del Maule y del
Biobío. El maremoto también alcanzó el
archipiélago Juan Fernández y la Isla de
Pascua.
Cerca de quinientos muertos, decenas de desaparecidos, cientos de miles de damnificados. Destrucción de ciudades y pueblos. Caminos y puentes cortados. Inestabilidad en los servicios de electricidad, agua, telefonía fija, celulares e internet, al igual que el Metro de Santiago. Aeropuerto Internacional de Pudahuel cerrado durante varios días por daños en sus instalaciones. Gran cantidad de templos católicos y conventos destruidos total o parcialmente... Por otra parte, se suspendieron todas las actividades masivas en Chile, incluida la última jornada del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar...
No
hubo fallecidos ni heridos entre los Asuncionistas chilenos y
extranjeros residentes… Familiares de algunos
religiosos quedaron con sus casas dañadas (o destruidas),
pero bien de salud…
Las viviendas o conventos Asuncionistas resistieron el terremoto, aunque con daños de diversa consideración.
Nuestro Santuario de Lourdes resultó fuertemente afectado en el edificio de la Basílica, uno de los templos más importantes y hermosos de Chile. Paredes con grietas muy peligrosas, destrucción de algunas imágenes. Cayó algo de revoque y hubo serios daños en las bancas. El nicho del altar mayor, que cobija la imagen de la Virgen, sufrió desplazamientos en su base, pero la Imagen quedó intacta. Los vitrales de los Misterios del Rosario cayeron y los fieles aún esperan su restauración. La cruz metálica de la cúpula (que está a 70 metros de altura) se desprendió de su base y quedó colgando hacia un costado. Eso obligó a cerrar los velatorios del Santuario, pues esa cruz podía caer al patio de estos.
La Gruta también sufrió
daños. Grietas visibles en su parte superior, problemas en
algunos sectores de los cuadros de las Apariciones y el
campanario quedó inutilizable, pues la torre que lo
sostiene quedó separada de su eje.
El Convento de Lourdes es grande. Una
de las alas de la construcción resultó con
peligrosos cortes en las cornisas… Y cayeron algunos
trozos de cemento… La otra ala quedó con tejas
quebradas y se trata de un estilo que ya no existe. En la cocina
del convento, saltó por los aires un mueble que estaba
adosado al muro… Se quebró gran cantidad de loza.
Hubo inundación de la enfermería provocada por la
rotura de un termo. El agua invadió muchos espacios
durante horas…
Las
celebraciones eucarísticas del sábado 27 y domingo 28 de
febrero debieron efectuarse en la Gruta. Se caracterizaron
por ser más breves que las acostumbradas en nuestro
Santuario. La Basílica quedó cerrada por seguridad
de los peregrinos.
El lunes 1° de marzo se
realizó una reunión urgente en Lourdes con
presencia de unas 45 personas de la Parroquia y del Santuario. La
reunión fue dirigida por el Hno. Ramón
Gutiérrez, a.a. Se hizo un catastro de las
necesidades más inmediatas de las personas más
afectadas. Durante la semana, fue visitado todo el sector
parroquial por voluntarios de nuestra Parroquia y Santuario.
Posteriormente se supo de dos
personas fallecidas en el sector, alcanzadas por el
derrumbe de un muro de una casa vecina (una madre y su hija que
estaba embarazada).
En muchos lugares de nuestro
país, Santiago incluido, se desataron el pillaje, el robo
y los asaltos. Fue un dolor más dentro de la tragedia.
Debido a esto, hubo que cerrar muy temprano la Gruta el
día 2 de marzo y
suspender la misa de la tarde, por seguridad. Los kioscos de
venta que rodean el Santuario cerraron rápidamente…
Tremenda sicosis… Un hermano de la Comunidad tuvo que ir
ese día al centro de la ciudad. Regresó contando
que en el centro de Santiago todo el comercio cerró sus
puertas por miedo a los asaltos, pero eso fue temprano…
Situación de miedo e inseguridad muy grande.
Debido a los saqueos, las autoridades
tuvieron que decretar toque de queda en las regiones del Maule y
Biobío.
Preocupación aparte eran las réplicas del
terremoto, fenómeno que se percibía con mayor
frecuencia entre Rapel y Arauco.
El
miércoles 3 de
marzo se hizo la primera inspección profesional en
el Santuario. Respondiendo al pedido de la Comunidad
Asuncionista, Mons. Fernando
Chomalí, Obispo Auxiliar de Santiago de entonces,
envió al señor Ramón
Montecinos (Ingeniero Civil) para una primera
inspección de la Basílica. Afirmó que
no hay daños estructurales en el edificio. Y en una
rápida mirada al Convento, indicó que lo más
urgente era la reparación de los techos y de unos muros
cortados sobre el segundo piso de la casa. Correspondían a
la parte alta, tapaban la techumbre…
El jueves 4, otros dos ingenieros
visitaron las dependencias del Santuario, acompañados por
el Administrador de Bienes del Arzobispado de Santiago. Fueron
enviados directamente por la Vicaría Zona Oeste de
Santiago. Hicieron una detallada visita a la Basílica y
también señalaron que no hay daños
estructurales.
El viernes 5 de marzo se realizó,
como estaba previsto desde el 1° de marzo, una nueva
reunión del Consejo Ampliado y voluntarios de Lourdes.
Asistieron 17 personas e inmediatamente se organizó el fin
de semana: mesas
especiales (a la entrada del Santuario), atendidas por la
Pastoral Juvenil para la recepción de alimentos, dinero y
ropa, y recolección de
ayuda en terreno (barrio), a cargo de adultos y
jóvenes. Ambas actividades se realizaron en forma
excelente los días sábado 6 y domingo 7 de marzo.
Nota máxima merecen los jóvenes de la Pastoral y
algunos adultos, quienes dieron el mejor de los ejemplos de
solidaridad y entrega. El Padre Juan Carlos
Cisterna se entregó por entero al trabajo solidario
visitando el barrio con los jóvenes.
La organización y
coordinación de la actividad SOLIDARIA estuvieron a cargo
de las secretarias Patricia
Arancibia (revista “El Eco de Lourdes”) y
María
Isabel Soto (Parroquia y Santuario). En la parte material
se contó con el excelente apoyo del señor
Humberto
Curivil, sacristán. Nuestra tarea fue concentrarse
en la ayuda al sector parroquial.
Algunos comunicados del Arzobispado de
Santiago no llegaron a tiempo; por ejemplo, el Mensaje del
Cardenal
Francisco Javier Errázuriz se conoció la
noche del sábado 6 (por TV) y había que leerlo en
todas las misas del domingo. No fue posible.
Desde el Arzobispado también se
llamaba a tener abiertos los templos en la noche del viernes al
sábado, en paralelo a la Teletón “Chile ayuda a
Chile”… ¡Imposible eso!… Nuestra
realidad es que no tenemos personas para hacer turnos de noche y
tener abierta la Gruta era un riesgo, el barrio es algo
peligroso.
Si bien aquí no ha habido actos
de vandalismo, se tuvieron que tomar serias medidas de cuidado,
pues se observaron actitudes sospechosas de algunas personas.
Merodeaban por la sala que fue adaptada como bodega.
En el Convento se fue paulatinamente colocando todo en su lugar y limpiando los espacios, pues el polvo y el yeso caído inundaba todo.
En la Gruta se colocó un
pequeño altar
como homenaje a las personas fallecidas por efectos del
cataclismo.
Un sencillo letrero, confeccionado por un joven, lució en las afueras de la Basílica: “Chile: Lourdes está contigo”.
Con prontitud se armó una
exposición
fotográfica en los pasillos del convento y luego se
colocó para que la visitaran los fieles en el sector de
las oficinas. Las imágenes expuestas correspondían
a fotos del archivo de la revista El Eco de Lourdes (terremoto de
1985) y a fotografías tomadas por Guillermo Hueichaqueo,
Humberto Curivil y el Hno. Ramón Gutiérrez,
con los daños que dejó el “27F” en nuestro
Santuario, cuya reparación fue reavaluada en un millón de dólares,
incluida la ya mencionada reposición de los vitrales de la
Basílica.
El domingo en la tarde, después
de la misa de cinco, se realizó la procesión tradicional con la
imagen de la Virgen por el parque de la Gruta. Esta vez se
llevó también la gran cruz que se usa para Viernes
Santo.
El lunes, a primera hora, se hizo la
compra de alimentos con el dinero recolectado para armar una
canasta familiar adecuada, con el objeto de entregar estos
aportes a los afectados del sector parroquial.
La Comunidad Asuncionista recibió gran cantidad de expresiones de apoyo. Especialmente desde el exterior a través de internet.
El lunes 8 de marzo, al mediodía,
regresó a la comunidad el Padre Héctor
García Ochoa, Párroco, Rector del Santuario
y Superior de la Comunidad Asuncionista de Lourdes Chile de aquel
entonces. A él le correspondió vivir con su familia
la crueldad del terremoto. ¡Estaba a sesenta
kilómetros del epicentro!
Supo en carne propia lo que era ese movimiento que impedía estar de pie. Supo del ruido espantoso que emanaba del centro de la tierra y del ensordecedor estrépito de la caída de cristales, muebles, techos y muros. Cada casa de la zona se movía como si una inmensa mano furiosa quisiera destruirlo todo. En Santiago, el terremoto se vivió de esa manera y estamos a varios cientos de kilómetros de distancia del epicentro. No hay que imaginar mucho lo que se vivía en Tomé, la ciudad donde se encontraba el Padre Héctor.
A lo anterior había que agregar
que inmediatamente se cortaron la energía
eléctrica, el agua y las comunicaciones por
teléfonos fijos y móviles. ¡Soledad absoluta!
Soledad y miedo, pues cada tanto debía escapar, con todo
el pueblo, hacia los cerros, pues las alertas de tsunami eran
constantes. La ola marítima llegó a unas cinco
cuadras de la casa donde él se encontraba. Pero
llegó bien, contento de regresar a su comunidad y habiendo
dejado en buenas condiciones a los suyos.
El domingo 14 de marzo fue un día
de mucha actividad en el Santuario. Hubo gran asistencia de
peregrinos y las celebraciones se desarrollaron en la
Gruta.
Los adultos de diversos grupos del
Santuario y Parroquia vendieron queques, pan, torta, bebidas,
café para juntar dinero y comprar alimentos para los
necesitados y afectados por el terremoto. La respuesta fue
excelente, se vendió todo.
En dos camionetas se preparó el
cargamento para salir al día siguiente temprano rumbo a
Cumpeo (Región del
Maule), llevando la solidaridad del Santuario a ese pueblo
duramente afectado por el sismo.
A las siete de la mañana del
lunes 15, luego de una
oración en la puerta de la Gruta, salieron dos
vehículos rumbo a Cumpeo. La delegación del
Santuario: José Pérez
Silva (Q.E.P.D.), Humberto Curivil, Manuel Sepúlveda, Luis
Ramírez, Mónica Guerrero, María Isabel Soto,
Patricia Arancibia y el Hno. Ramón
Gutiérrez.
Muy impresionante fue ver los daños que provocó el terremoto en las carreteras, puentes caídos, rotondas destruidas, pavimento desplazado de su lugar. Se alzaban voces criticando la mala construcción de una autopista concesionada que era el orgullo de los chilenos. El orgullo estaba roto… Y los empresarios al parecer asustados: los peajes fueron liberados.
La delegación hizo una pausa en
el pueblo de Pelequén, localidad
perteneciente a la comuna de Malloa, Región de O'Higgins.
Se ubica a 41 kilómetros al sur de la ciudad de Rancagua y
a unos 130 kilómetros de Santiago. Los estragos que
produjo el terremoto allí fueron inmensos. El templo del
Santuario de Santa Rosa
estaba totalmente destruido (excepto la imagen de la Santa
Patrona de América Latina y un crucifijo), lo mismo las
antiguas construcciones del pueblo. Algunas edificaciones nuevas
también resultaron dañadas. Afortunadamente, la
iglesia de Pelequén ya está reconstruida.
Después de un total de tres
horas y media de viaje, el grupo llegó a Cumpeo, localidad ubicada a unos 45
Km. al SE de Curicó y a casi 250 Km. de Santiago, en la
comuna de Río Claro, Región del Maule. Allí
sencillamente no había parroquia. El lugar donde estaba el
templo de la Parroquia Nuestra
Señora de la Merced se convirtió en un
terreno vacío, lleno de tierra y ya sin escombros.
¡Impresionante visión! Y para donde se mire, en el
pueblo, se veían ruinas, montones de tejas y adobes,
carpas, plásticos que protegen personas y muebles.
¡Absoluta desolación!
Se procedió a la descarga del
cargamento solidario: alimentos y ropa. También la
delegación llevaba una imagen de la Virgen de Lourdes. El
terremoto destruyó la Gruta que existía en el
lugar, al lado del templo. Inmediatamente se realizó un
hermoso momento de oración a un costado de lo que fue la
Gruta. El Pbro. Enrique Leiva
Rojas, Párroco de Cumpeo, agradeció a la
delegación y a los peregrinos de Lourdes por el regalo
llevado a sus feligreses: comida, abrigo y la Imagen. La
oración concluyó con la bendición impartida
por un muy agradecido Padre Leiva, quien demostró un
excelente ejemplo de fortaleza y de vida apostólica, pese
a su avanzada edad.
Luego, un exquisito almuerzo, sencillo,
pero bien preparado.
En seguida, un recorrido a pie por el
pueblo. Visita a la Posta, el Liceo y la Alcaldía: los
tres edificios nuevos y sin daños.
El señor Alcalde, Claudio Guajardo,
concedió unos minutos a nuestros representantes y
también les agradeció su presencia.
Después de pasar por
Curicó, la delegación regresó a
Lourdes alrededor de las once de la noche. Contentos por
haber llevado un grano de arena a hermanos y hermanas que lo han
perdido todo.
Desde el 27 de febrero, todos los oficios religiosos comenzaron a celebrarse en la Gruta: eucaristías, bautizos, primeras comuniones, casamientos e incluso ordenaciones religiosas. Esto, debido a la imposibilidad de abrir la Basílica.
Así, la Semana Santa 2010 tuvo un entorno
particular, ya que casi todas las celebraciones se realizaron en
el “Corazón del
Santuario”. Por su parte, la Imagen de la Virgen de
Lourdes fue colocada en el Paseo Peatonal el Domingo de Ramos.
El Viernes Santo, la Dolorosa ocupó su lugar. Y el Domingo
de Pascua, fue Cristo Resucitado quien acogió a los
peregrinos en el Paseo Lourdes.
Las condiciones climáticas
fueron benignas durante los fines de semana de abril y la primera
quincena de mayo, permitiendo la realización de las misas
dominicales en la Gruta. Con frío en algunos momentos,
pero soportable.
Hasta que el sábado 22 de mayo tuvimos
lluvia en Santiago. Todas las celebraciones de ese día y
las del día siguiente, domingo de Pentecostés, se
realizaron en el Salón
Pedro Claver Pinto (Lourdes esquina Santo Domingo). Lugar
sencillo, humilde, pobre. Alguien describió el entorno
como “artesanal”, por la ubicación de algunos
signos litúrgicos. Como si fuera poco, el piso de este
salón tiene serios desniveles que son muy anteriores al
terremoto. Pero el calor humano y el espíritu comunitario
se hicieron notar, así como una mayor cercanía
entre los sacerdotes, animadores de misas, coros y las
respectivas asambleas. El Salón Pinto, que habitualmente
sirve para encuentros masivos de Catequesis Familiar y Pastoral
Juvenil, tuvo buen debut en celebraciones dominicales. La
experiencia se repitió el sábado 28 y la mañana
del domingo 29.
Nuestra Basílica de Lourdes tuvo
su primera etapa de reparaciones gracias al apoyo del Arzobispado
de Santiago, que consistió en la limpieza de restos de
grietas del cielo y de las paredes, junto con la
restauración de la cruz de la cúpula. El
sábado 5 de junio,
la Basílica abrió sus puertas a la Zona Oeste, con
motivo del Congreso Eucarístico Zonal, y meses más
tarde se habilitó para todos los oficios religiosos.
Posteriormente se reabrió el velatorio del
Santuario.
Desde la mañana del domingo 10 de abril de 2011 se encuentra nuevamente en nuestra Basílica la imagen de San Pedro Apóstol, la más destruida por el terremoto. La imagen, que fue traída con ocasión del Jubileo 2000 y que ahora resalta por sus colores, quedó ubicada en su sitio original en el interior del templo, a la entrada, lado izquierdo de la puerta principal.
Tras una intensa lluvia que cayó sobre Santiago la
noche del miércoles 11 de
junio de 2014 y gran parte de la jornada del jueves 12, la
Basílica quedó con graves inundaciones en su interior. Fue la
situación más conflictiva vivida con posterioridad
a los daños iniciales del terremoto de 2010. Tras este
nuevo incidente se necesitó intensificar la campaña
de reconstrucción de nuestro Santuario.
A diez años de esta tragedia, señalemos que aún queda algo de camino por recorrer, como la restauración de los vitrales de la Basílica. El campanario de la Gruta y la estructura de esta fueron reparadas, al igual que algunos daños en sectores de la estructura del templo Basílica. Agradecemos a nuestros peregrinos y feligreses que han colaborado para poder restaurar las instalaciones de nuestro Santuario de Lourdes.
A nivel país, Chile había recuperado la tranquilidad, la esperanza y la alegría, hasta que estalló una grave crisis social en octubre recién pasado... Chile cuenta con el pueblo generoso y solidario. La dura situación que hoy vivimos como sociedad la superaremos con la fuerza del Evangelio de Jesús. Dejemos que su Palabra se haga vida en cada uno de los habitantes de esta tierra. Con Cristo y en Él podemos superar nuestras fallas, con Cristo y en Él somos personas plenas. María nos ayuda y acompaña en esta empresa. María aquí en Lourdes nos ayuda a sanar nuestras heridas y aumenta nuestra fe.
¡Madre
de Cristo, sana nuestras heridas y aumenta nuestra fe!
Santiago, 27 de
Febrero de 2020.
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