SANTUARIO PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE
LOURDES
Gruta y Basílica. Quinta Normal, Santiago de Chile.
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Mons. Enrique Alvear
El Obispo de los Pobres (29 de enero de 1916 - 29 de abril de
1982)
La experiencia cristiana nos dice que cuando un hombre se comunica con Jesucristo en la oración, en un encuentro repetido de fe, de amor, de confianza, se realiza un Intercambio misterioso: el más débil se reviste interiormente de la energía espiritual. Del más FUERTE; el más ignorante hace suyos la sabiduría y los criterios. Del más SABIO; el que es egoísta siente que brota en Él, el amor del que vino a traer fuego a la tierra.
El Apóstol nos invita a orar siempre, sin interrupción (Colosenses 4, 2-3; Tesalonisenses 5, 17; Filemón 4, 6), porque él mismo experimentó la fuerza transformadora de la oración en lo más hondo de su personalidad que le llevó a confesarnos su secreto liberador: "Vivo yo... pero no yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí" (Gálatas 2, 20).
Para dar el paso de conversión señalado anteriormente, Cuaresma debe ser tiempo de oración, personal y comunitaria...
(Extracto Reflexión Pastoral sobre la Cuaresma: Construyamos la Iglesia de los Pobres, Obispo Enrique Alvear Urrutia, marzo 1981).
La causa de beatificación de Monseñor Alvear se encuentra en el Vaticano.
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