SANTUARIO PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE
LOURDES
Gruta y Basílica. Quinta Normal, Santiago de Chile.
Inicio >
Liturgia y Devoción
> Devociones
Devociones > Los Quince Sábados
El día de la Tercera Aparición, la Virgen María le dijo a Bernardita en Lourdes de Francia: “¿Quieres hacerme el favor de venir aquí durante quince días? No te prometo hacerte feliz en este mundo, sino en el otro”. (18 de febrero de 1858).
La Virgen pidió a Bernardita que
viniera a visitarla durante quince días en la Gruta. Y
María recompensó la perseverancia de Bernardita
colmándola de gracias. Recordando esta
petición de la Virgen, repetimos durante quince
sábados nuestra visita a María en su
Santuario.
Esta devoción se realiza solemnemente los 15 sábados anteriores a la Fiesta del 11 de Febrero, a partir del SÁBADO que cae entre el 29 de octubre y el 4 de noviembre de cada año.
El Rosal de Lourdes es el rezo de los relatos de las Apariciones seguidos cada uno de un Padre Nuestro, tres Avemarías y un Gloria. Al comienzo se reza el Credo y se termina con la Oración a la Virgen de Lourdes.
Si se reza el Rosario tradicional, las meditaciones de las Apariciones se pueden distribuir a lo largo de las quince visitas según el siguiente esquema:
1)
Primer Sábado: Tercera Aparición, del 18 de
febrero de 1858, además de las Apariciones Primera y
Segunda, del 11 y 14 de febrero, respectivamente.
2)
Segundo Sábado: Visita de Bernardita del 19 de
febrero de 1858, Cuarta Aparición.
3)
Tercer Sábado: Visita de Bernardita del 20 de
febrero de 1858, Quinta Aparición.
4)
Cuarto Sábado: Visita de Bernardita del 21 de
febrero de 1858, Sexta Aparición.
5)
Quinto Sábado: Visita de Bernardita del 22 de
febrero de 1858, sin aparición.
6)
Sexto Sábado: Visita de Bernardita del 23 de
febrero de 1858, Séptima Aparición.
7)
Séptimo Sábado: Visita de Bernardita del 24
de febrero de 1858, Octava Aparición.
8)
Octavo Sábado: Visita de Bernardita del 25 de
febrero de 1858, Novena Aparición.
9)
Noveno Sábado: Visita de Bernardita del 26 de
febrero de 1858, sin aparición.
10)
Décimo Sábado: Visita de Bernardita del 27
de febrero de 1858, Décima Aparición.
11)
Undécimo Sábado: Visita de Bernardita del 28
de febrero de 1858, Undécima Aparición.
12)
Duodécimo Sábado: Visita de Bernardita del 1
de marzo de 1858, Duodécima Aparición.
13)
Decimotercer Sábado: Visita de Bernardita del 2 de
marzo de 1858, Decimotercera Aparición.
14)
Decimocuarto Sábado: Visita de Bernardita del 3 de
marzo de 1858, Decimocuarta Aparición.
15) Decimoquinto Sábado: Visita de Bernardita del 4 de marzo de 1858, Decimoquinta Aparición.
Las meditaciones de las Apariciones Decimosexta
(16ª), Decimoséptima (17ª) y Decimoctava
(18ª) se rezan el 11 de febrero o se agregan al
último de los 15 Sábados.
Si se realizan visitas o rezos
comunitarios (con un altar o grutita de la Virgen de Lourdes), la
Misa se puede reemplazar por una Celebración de la Palabra
o al menos con una lectura bíblica, que puede ser el
Evangelio del día o del domingo anterior o siguiente; o
bien, con una lectura preparada para la ocasión siempre
que las lecturas vayan siendo diferentes entre las
visitas.
RESPONDEMOS A LA VIRGEN
DE LOURDES:
“A TI RECURRIMOS LOS HIJOS DE ADÁN”.
¡Oh dulce María!, de Lourdes Señora, sin par
protectora del triste mortal.
A Ti recurrimos los hijos
de Adán.
Estrella luciente, Aurora del Día, Tú eres, Madre
mía, del alma el imán.
A Ti recurrimos los hijos de Adán.
Cándida azucena, Purpurina Rosa, ¡Oh, Virgen
graciosa! Madre de piedad.
A Ti recurrimos los hijos de Adán.
Fuente cristalina de salud y vida, del alma afligida, Madre de
piedad.
A Ti recurrimos los hijos de Adán.
Muestra ser la Madre del Amor hermoso, danos el reposo de la
eterna paz.
A Ti recurrimos los hijos de Adán.
Por
Ti suspiramos en este destierro, rompe ya el hierro, vence a
Satán.
A Ti recurrimos los hijos de Adán.
Oh Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen María preparaste a tu Divino Hijo una digna morada, preservándola de toda mancha por los méritos de la Pasión de ese Hijo. Tú, que has querido escoger la Gruta de Lourdes para hacer honrar allí especialmente ese privilegio de la Madre de Cristo y demostrar la eficacia de sus ruegos. Dígnate purificarnos de nuestras manchas y hacernos llegar a tu Reino por los méritos de su intercesión. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. ASÍ SEA.
<< Devociones <<
Información
General | Mapa del
Sitio | Condiciones de Uso | Salir a Portada